Puig señaló que el país ha estado gobernado bajo una lógica que ha originado la concentración de riqueza en grupos privilegiados, mientras ha reproducido la pobreza que azota a la mayoría.
“Nuestro país está caracterizado por la presencia de múltiples formas de discriminación. Se discrimina por el origen social, el color, la posición económica, las creencias religiosas o las preferencias sexuales”, expresó.
Señaló que esto lleva implícito la negación de derechos de las personas que son discriminadas y estigmatizadas por cualquiera de estos motivos.
Agregó que en una sociedad democrática no puede existir ningún espacio, público ni privado, donde se permitan este tipo de actitudes.
“A esto se añade, la falta de institucionalidad que enfrentamos que ha determinado que actualmente la sociedad no tenga confianza en el sistema político, generando una inseguridad ciudadana que afecta de manera directa a los grupos que son discriminados, como es el caso del colectivo GLBT”, enfatizó.
Puntualizó que la primera forma de discriminación que debemos enfrentar es la negación de que esta existe y explicó que si bien nuestra Constitución reconoce que todos y todas tenemos los mismos derechos, en la práctica no se garantizan ni se respetan.
Aseveró que en el caso del colectivo GLBT, la discriminación de la que son sujetos afecta a todos los ámbitos de la vida diaria, como el acceso a la salud, a la educación o al empleo.
“Mi posición es por tanto la de enfrentar todo tipo de discriminación, para que todos los ciudadanos y ciudadanas vean garantizados sus derechos, y en ese sentido, propongo la elaboración de una Ley Antidiscriminación que sancione las conductas estigmatizantes y las prácticas sociales que sean discriminatorias, penando además la incitación al odio y modificando el Código Penal para perseguir y sancionar los crímenes de odio”, concluyó.
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