sábado, 5 de mayo de 2012

CARTA ABIERTA DE MAX PUIG A AMNISTÍA INTERNACIONAL

Carta abierta de Max Puig, candidato a la presidencia de la República Dominicana por la Alianza por la Democracia (APD), a Amnistía Internacional en respuesta a la carta que este organismo dirigiera a los candidatos a la presidencia de la República Dominicana, a fin de conocer su posición con relación al respeto, promoción y protección de los derechos humanos. 1. Tal como expresa la comunicación de Amnistía Internacional, hay mucha preocupación en la República Dominicana por la extensión de la delincuencia y la violencia, así como por la forma en que se las combate.
Los métodos empleados en el enfrentamiento del crimen y el delito han desbordado los cauces legales muy a menudo, generando desconfianza en las instituciones públicas en sentido general y, de manera particular, en la Policía Nacional. Condeno los métodos de mantenimiento del orden que vulneran la ley y generan violaciones a los derechos humanos. Lejos de resolver el problema de la delincuencia, estos métodos conducen a graves y conflictivas situaciones sociales. De ser electo presidente de la República enfrentaré el crimen y el delito dentro del marco de la ley y el respeto a los derechos humanos. Esto implica la sujeción estricta a la ley de parte de la Policía Nacional, institución que he señalado en mi programa de gobierno será enteramente reestructurada, colocando en primer plano el respeto a los derechos humanos. Luego de una evaluación independiente la Policía Nacional será rehecha, a fin de hacer de ésta una institución eficiente y profesional, con integrantes formados y remunerados de manera adecuada, que goce del respeto y la confianza de la ciudadanía. Haré que todas las denuncias de violación a los derechos humanos de parte de la Policía se investiguen con prontitud y de manera independiente, exhaustiva e imparcial. En caso de comprobación de abusos y violación de los derechos humanos, me comprometo a asegurar reparaciones plenas a todas las víctimas. Igualmente, garantizaré que se completen, de acuerdo a las normas internacionales, las investigaciones sobre los presuntos casos de homicidio ilegítimo, desaparición forzada y tortura que tiene pendiente la Republica Dominicana. Como presidente de la República me comprometo a promover la ratificación y la aplicación de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, así como la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas. 2. Desde hace muchos años he promovido el establecimiento del Defensor del Pueblo como institución independiente responsable de vigilar las violaciones de derechos humanos y de recomendar medidas de reparación. Once años después de la aprobación de la ley que establece esta institución el Defensor del Pueblo no ha sido designado, fundamentalmente por la falta de acuerdo y, en definitiva, de interés de parte de los partidos que han controlado y controlan el Congreso Nacional. De ser elegido presidente de la Republica pondré todo mi empeño en que se designe el Defensor del Pueblo en el más breve plazo posible. Al mismo tiempo, insistiré en que las oficinas del Defensor del Pueblo sean dotadas de los recursos requeridos para su funcionamiento efectivo. 3. Durante la campaña electoral me he pronunciado a favor de medidas que enfrenten la discriminación. En República Dominicana se discrimina a las personas en razón de su condición social, étnica, de género, de color, de preferencias sexuales, de origen nacional (lo que afecta a los ciudadanos haitianos y sus descendientes), entre otras. A fin de enfrentar las diferentes formas de exclusión, me he comprometido a proponer una ley antidiscriminación que sancione la promoción y el ejercicio de prácticas discriminatorias y, de manera particular, los crímenes de odio. Al mismo tiempo, la ley promovería la inclusión de los sectores discriminados y excluidos. En línea con mi visión contraria a toda forma de discriminación, la política de género que propongo es necesariamente transversal y debe tocar los distintos niveles del gobierno y de la sociedad. Me he pronunciado y he propuesto medidas orientadas a garantizar la integridad física y moral de las mujeres, por lo que comparto las observaciones formuladas por Amnistía Internacional al respecto. Para enfrentar la violencia de género me propongo hacer cumplir de manera estricta la legislación existente en la materia, así como promover la modificación de la normativa a fin de acentuar las penas en caso de violencia contra la mujer y, en sentido general, de violencia intrafamiliar. Igualmente, me comprometo a asegurar la dotación de los recursos indispensables para garantizar el funcionamiento efectivo de los mecanismos establecidos o propuestos con vistas a la protección de la mujer. Comparto la recomendación del Comité de Derechos Humanos de la ONU de promover la reforma de la legislación nacional con el objeto de permitir el aborto, al menos cuando el embarazo entraña riesgo para la vida o grave riesgo para la salud de la mujer y cuando el embarazo es consecuencia de violación, agresión sexual o incesto. 4. He expresado en múltiples ocasiones que condeno de manera expresa el que se prive de su nacionalidad a los dominicanos descendientes de haitianos. Aprovecho la oportunidad para reiterar que me opongo a esta práctica contraria al derecho internacional, que prohíbe privar de su nacionalidad a quienes la tenían en el momento de su nacimiento aplicando retroactivamente una ley. 5. De ser elegido presidente de la República garantizaré la protección de los derechos humanos de todas las personas que se encuentren en el territorio nacional, con independencia de su estatus migratorio. Asegurar la libertad y seguridad de la persona, el derecho de no sufrir detención arbitraria ni expulsión colectiva sin acceso al debido proceso, así como la protección contra la privación arbitraria de bienes y documentos de identidad, forman parte de mis convicciones y de mi compromiso. Promoveré la ratificación y aplicación de la Convención Internacional sobre Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus familiares. 6. La República Dominicana ha tenido un importante crecimiento económico durante las últimas décadas. No obstante, este crecimiento se ha producido sobre la base de una polarización social y, a menudo, en desmedro del medio ambiente. Como resultado de lo anterior muchos dominicanos viven condiciones precarias, en lugares insalubres y de alta vulnerabilidad. Para cumplir con el derecho a una vivienda adecuada y asequible, adoptaré y aplicaré todas las medidas legislativas y normativas necesarias para garantizar la seguridad de la tenencia, reducir la vulnerabilidad y promover el acceso igualitario a los recursos de vivienda, dentro del marco de un plan nacional de ordenamiento territorial que es una prioridad en mi programa de gobierno. Solo se llevarán cabo desalojos en condiciones excepcionales y tras una consulta con las comunidades afectadas, garantizando a las personas afectadas aviso adecuado, alojamiento alternativo adecuado, indemnización y medios de interposición de un recurso efectivo. 7. Como parte de mi compromiso de respetar, proteger y promover los derechos humanos de todas las personas que se encuentren en la República Dominicana, estudiaré todos y cada uno de los tratados internacionales de derechos humanos enumerados en la comunicación de Amnistía Internacional, a los fines de poder proceder a su progresiva firma, ratificación y aplicación. Santo Domingo, 2 de mayo de 2012.

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